martes, 20 de abril de 2010

"Competitividad Gerencia"

Tradicionalmente, la competitividad se ha definido como la capacidad de competir. En el contexto internacional la competitividad se refiere a la aptitud de competir en los mercados, esto es la capacidad de un sector para colocar con éxito sus productos en el mercado internacional, en condiciones de libre competencia, a la vez que expande el ingreso real de los trabajadores. (Francés, 2003). El concepto de competitividad puede ser analizado desde tres ángulos diferentes: el empresarial, el de la industria y el regional. La competitividad desde el ángulo empresarial viene dada por la capacidad que tiene la empresa para producir y suministrar bienes y servicios a los mercados locales, regionales o internacionales, en forma más eficiente y eficaz que sus competidores o en todo caso igualar a estos. Por otro lado, la competitividad de una industria consiste en la capacidad que tienen las empresas de un sector particular para alcanzar un éxito sostenido contra las empresas competidores del exterior, sin contar con protecciones gubernamentales. Y finalmente la competitividad desde el ángulo regional abarca la capacidad de atraer e incubar nuevos emprendimientos y proporcionar el medio para el crecimiento de las empresas existentes, lo que a su vez se traduce en la posibilidad que tienen sus ciudadanos de alcanzar un alto estándar de vida, en permanente.

La competitividad de las empresas e industrias determina el nivel de vida de los ciudadanos de una región y es lo que determina si las empresas son capaces de aprovechar las oportunidades que brinda la economía internacional. En los países en vías desarrollo la competitividad puede permitir a las empresas sobreponerse a las limitaciones de sus reducidos mercados internos y poder incursionar con éxito en los mercados internacionales. Las empresas de una región deben progresar continuamente para neutralizar la amenaza que representan sus competidores internacionales. Actualmente en la economía mundial acontecen profundas transformaciones, por lo que se precisa la utilización de herramientas que garanticen condiciones de competitividad cada día mayores, entendiendo como tal la capacidad de una empresa, industria o país para superar a los competidores. Estas transformaciones o cambios estructurales que afectan a todos los sectores se resumen a continuación:

La globalización económica: representada en la apertura de los mercados nacionales, lo que conlleva una mayor competencia internacional, y como consecuencia un proceso de reorganización de las empresas, industrias y regiones para poder competir con éxito en un mundo globalizado. La competitividad en el mundo globalizado tiene que ver con el acceso a mercados, la innovación, la evolución de la gerencia empresarial y el desarrollo sustentable.

Los avances tecnológicos: las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han proporcionado un valor agregado a las relaciones comerciales al facilitar la comunicación, eliminando barreras de tiempo y espacios geográficos.

La Competitividad de los Destinos Turísticos

Se entiende por destino turístico espacios o ámbitos geográficos, grandes o pequeños, con rasgos propios de clima, cultura, atractivos, infraestructuras, servicios, equipamientos, precio, imagen y gestión, los cuales, en términos de mercado, se posicionan en la mente de los consumidores. Un destino turístico está compuesto por un número de atributos, que pueden estar basados en recursos naturales, creados, o abstractos, un conjunto de facilidades y servicios turísticos dirigidos a satisfacer las necesidades de los turistas o consumidores potenciales.

La capacidad de un destino turístico para utilizar sus recursos de forma eficaz y eficiente a medio y largo plazo se conoce como ventaja competitiva. Un destino turístico puede contar con una amplia variedad de recursos y, sin embargo, no ser tan competitivo como otro destino que cuente con pocos recursos turísticos, pero que los emplee de forma más eficaz y más eficiente. La competitividad es un asunto de importancia económica para aquellos países donde el turismo constituye un importante generador de divisas para el desarrollo económico.

Para Francés (2003), la competitividad de los destinos turísticos se establece en función del atractivo del destino, su gestión, organización, información y eficiencia. En este sentido señala, que el atractivo depende de los elementos presentes; la gestión depende de los esfuerzos de mercadeo y de gerencia; la organización va a depender de las capacidades y de las alianzas; la información depende de la existencia de tecnologías de información y comunicación y de las capacidades de investigación; la eficiencia de la
integración de la experiencia y de la productividad.

También se ha definido la competitividad de los destinos turísticos como “la capacidad de un país para crear valor añadido e incrementar, de esta forma, el bienestar nacional mediante la gestión de ventajas y procesos, atractivos, agresividad y proximidad, integrando las relaciones entre los mismos en un modelo económico y social” (Ritchie y Crouch, 2000).

El análisis de la competitividad de un destino turístico lleva a determinar las capacidades que tiene para competir exitosamente en los mercados. El resultado del análisis indicará cuáles son nuestras fortalezas y oportunidades para competir con otros destinos turísticos. Fortalezas en cuanto a las capacidades especiales con que cuenta el destino turístico y que lo coloca en posición privilegiada frente a la competencia dado por los recursos controlables, capacidades y habilidades que se poseen, actividades desarrolladas favorablemente.

Las oportunidades caracterizadas en los factores positivos, explotables, a descubrir en el entorno en el que se actúa y representados en aquellos que permiten obtener las ventajas competitivas. Igualmente lleva a conocer los factores, condiciones o elementos que han determinado el avance y prosperidad de los destinos turísticos exitosos, el saber por qué un país se convierte en asiento para exitosos competidores internacionales de una industria y cuáles son los factores, condiciones o elementos identificados con la competitividad en la industria turística.

Varios modelos se han publicado para el análisis de los factores que determinan que un destino turístico sea más competitivo con respecto a otro. Entre los modelos estudiados podemos citar: El modelo de competitividad del Diamante de Porter, el modelo de Crouch y Ritchie de competitividad de destinos turísticos y el modelo de competitividad de destinos turísticos de Dwyer y Kim. Otras investigaciones relacionadas con la competitividad de los destinos turísticos son las realizadas por Hassan y Dwyer, Forsyth y Rao.

El Turismo en Venezuela

En Venezuela la actividad turística no ha ocupado un lugar de importancia como instrumento para el desarrollo económico, ha sido un país emisor y no receptor, con escasa tradición como destino turístico, a pesar de contar con un perfil turístico que la coloca como un país dotado de atracciones naturales y culturales. La actividad turística ha sido considerada en los diferentes Planes de la Nación como una prioridad. Pero no ha pasado de intentos puesto que no se le ha dado la connotación requerida para competir con destinos turísticos con tradición; a estas declaraciones no se les ha acompañado de definición de una visión, estrategias, programas y planes de acción como bases para el desarrollo de una actividad turística sostenible.

El turismo interno siempre ha tenido preferencias por destinos turísticos de larga tradición como Mérida en el Estado Mérida, y la Isla de Margarita en el Estado Nueva Esparta. El turismo internacional se ha inclinado por Canaima, la Gran Sabana ubicada en el sureste del país y el Archipiélago de Los Roques en el Estado Vargas. Venezuela cuenta con recursos turísticos creados y heredados, de gran utilidad como impulso para su desarrollo como destino turístico, siempre que cuente con la participación de los sectores
privado y público. Igualmente ha acumulado una experiencia muy interesante en cuanto a gestión,
operación, información y publicidad/marketing la cual le ha sido de gran utilidad.

Finalmente es de gran importancia concluir que Hasta los años 80 en Venezuela no se había considerado el turismo como actividad para la generación de divisas. El petróleo, como centro de la economía garantizaba las divisas requeridas por el país y algo más. Es a partir de la crisis de los 80 cuando comienza a perfilarse como una segunda opción y se comienza a incluir en los planes de la nación. Sin embargo, la distancia entre lo decretado y la práctica se ha hecho evidente, ni el sector público
ni el sector privado han unido esfuerzos para hacer del turismo una actividad de primer orden. El turismo
en Venezuela está llamado a ocupar un lugar importante en la economía del país y a convertirse en una alternativa para la diversificación de la estructura productiva reduciendo la dependencia de uno o pocos productos, pero además turismo significa nuevos empleos, particularmente en sectores con problemas de desempleo como los jóvenes y las mujeres, reducción de la pobreza promedio al aumentar los ingresos, una vía de comunicación entre las comunidades, rescate y preservación de los valores autóctonos.

El sector privado es el principal oferente de los servicios turísticos, pero es indispensable que trabaje conjuntamente con el Estado. El Estado es uno de los motores que puede impulsar el desarrollo del turismo, para ello es necesario: generar políticas de estado para una actividad turística competitiva, diseñar un marco legal fuerte y consistente, modernizar la estructura orgánica y funcional de los entes responsables de la actividad turística e impulsar la modernización y descentralización, y promover la oferta turística regional. Se debe normar la sostenibilidad de la actividad turística del país y posicionar Venezuela en el mercado internacional como uno de los mejores destinos turísticos.

Es necesario estimular las inversiones nacionales y extranjeras directas para la actividad turística proporcionando un marco institucional confiable y seguridad jurídica. Además debe promover el desarrollo de una cultura turística, la conservación y el uso adecuado de recursos naturales y culturales e impulsar el mejoramiento de la calidad de los productos y servicios turísticos.

Por estas y diversas razones, es de vital importancia la competitividad en un destino turístico.

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